La FeSP reclama la reforma de las RTV autonómicas en el sentido de la ley de RTVE
Como era previsible, la polarización de la clase política española en los últimos tiempos, auspiciada especialmente por el Partido Popular, ha penetrado a fondo en los medios públicos de comunicación, y sobre todo en los utilizados de ariete contra el Gobierno central. Hace años que la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) denuncia el modelo oficialista de medios públicos, que pese a la oposición de los profesionales y a los avances en RTVE y en la próxima ley de la CCRTV en Cataluña, se mantiene y agudiza en diversas comunidades autónomas en donde sus Gobiernos no se dan por aludidos respecto a la exigencia de democratizar y liberar de partidismo sus propios medios, que deberían estar al servicio de toda la sociedad.
Esa necesidad objetiva de reforma se pone de manifiesto una vez más ante casos escandalosos como el de Telemadrid, controlada y dirigida por un Gobierno del PP que se permitió desmantelar la tímida realidad de un Consejo Audiovisual con el argumento tramposo de que podía significar una injerencia sobre los medios: desde luego, los populares parecen preferir el control directo.
La lucha de los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid es en este sentido paradigmática, y no debe permanecer aislada, porque defiende los valores profesionales de la información y del servicio público auténtico, ambos en la picota por el descarado intervencionismo político del Gobierno autonómico.
Por ello, la FeSP llama a la solidaridad con los compañeros de Telemadrid, no sólo en forma de apoyo público, sino asumiendo sus reivindicaciones en los medios públicos de comunicación, especialmente aquellos de ámbito autonómico dirigidos por Gobiernos que no piensan ceder en su voluntad de control de unos medios que por definición deben ser de todos.
• Con los compañeros de Telemadrid.
• Ni un despido, ni una sanción. Su lucha es nuestra lucha.
• Por la defensa de los Medios Públicos, la producción propia, una información plural y una programación digna.
9 de febrero de 2007