Medio año de atraso en el nombramiento del Consejo Asesor de Contenidos y Programación de la CCMA
La nueva Ley de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, aprobada hace más de un año, y pensada para desgubernamentalizar los medios públicos de la Generalitat, pero todavía sometida a las presiones políticas de los partidos, no está aún completamente desplegada, porque medio año más tarde del límite previsto en la propia Ley, no se ha nombrado todavía el Consejo Asesor de Contenidos y Programación.
Este Consejo, que por composición y por funciones debía superar el modelo restrictivo de la antigua Ley, está pendiente del nombramiento parlamentario de sus 21 miembros, que deben ser elegidos «de entre personas de prestigio reconocido que deben representar la pluralidad de la sociedad catalana», y entre las que hay de haber representados como mínimo «los sectores profesionales, los sectores educativos, las asociaciones cívicas, culturales y de usuarios, y los trabajadores de la CCMA».
En la antigua ley, y en otras de otros medios públicos, se fijaba los integrantes de cada colectivo o sector social, y eran las entidades u organizaciones las que designaban los miembros para integrar el Consejo. Pero por una enmienda de última hora, la nueva dejó en manos de los parlamentarios el nombramiento directo de los asesores, y esto junto con las concepciones partidistas de establecer cuotas políticas o ideológicas ha llevado a un bloqueo en la constitución de este organismo tan necesario para dar voz a la sociedad civil en la definición de las estrategias de programación de los diversos mediados de la Corporación.
Por esto, desde el Sindicat de Periodistes reclamamos una vez más el nombramiento urgente de los miembros del Consejo Asesor, en base a los criterios establecidos a la Ley de la CCMA, y no a políticas de cuotas, que si ya son perversas a la hora de elegir los componentes del Consejo de Gobierno y los cargos directivos de la Corporación, lo son todavía más si de lo que se trata es de elegir personas representativas de la sociedad civil. La sociedad catalana se merecería, aunque fuera algo más tarde, este regalo de Reyes.
Barcelona, 29 de diciembre de 2008