El año 2012 comienza para los medios de comunicación tant mal como finalizó. Si despedímos el año con la desaparición de dos televisiones locales: Gavà Televisió y Televisió L’Hospitalet, estos primeros días de enero es la prensa escrita la que nos trae la primera mala noticia.

Mediapubli, la editora del diario Público, ha presentado una solicitud de declaración de «concurso voluntario de acreedores» ante el Juzgado Mercantil de Barcelona. La empresa justifica esta «inevitable» medida como «herramienta de reestructuración» para procurar la viabilidad futura del proyecto.

Según se informa en la web del diario, Mediapubli «se ve obligada» a tomar esta decisión ante «la intensificación de la crisis publicitaria, la profunda transformación que está sufriendo el sector de la prensa escrita y las dificultades para acceder a nueva financiación» y para «salvaguardar de la mejor forma posible los intereses de todas las partes afectadas».

El concurso de acreedores voluntario también se ha presentado conjuntamente para la empresa filial editora de La Voz de Asturias y su edición digital, con una cuarentena de trabajadores.

En un artículo de opinión, el director de Público, Jesús Maraña, explica las razones de esta decisión y afirma que «la búsqueda de préstamos financieros en los últimos meses, y hasta el mismo día de ayer (lunes), ha resultado infructuosa».

Maraña aclara que la situación del diario no se debe al cambio político producido en las últimas elecciones generales, con la victoria del PP. Aunque advierte sobre «el evidente desequilibrio del paisaje mediático», que, asegura, merecería una reflexión en los ámbitos de izquierdas y la sociedad en general.

Público nació en septiembre de 2007 y arrastra problemas económicos desde hace meses. El pasado septiembre presentó un ERE que finalmente acabó como un proceso de bajas incentivadas, a las que se acogieron 32 personas, y reducciones salariales.