En una clara demostración de las intenciones de CiU cuando contrareformó la Ley de la CCMA, este 31 de enero el Consejo de la Corporación, correa de transmisión del Gobierno, ha terminado con los convenios colectivos de TV3 y de Catalunya Ràdio, que eran el resultado de una experiencia de negociaciones adecuadas a la realidad de estos medios y un ejemplo de condiciones salariales y laborales dignas, en un sector desregulado y dónde impera la ley de la jungla.

La dirección de la CCMA, se supone que de acuerdo con el Gobierno y su ámbito de Comunicación, que continúa siendo el del pacto CiU-PP de la pasada legislatura, se prepara ahora a recortar los sueldos de los trabajadores de TV3 y de CR a través de un procedimiento de modificación sustancial de condiciones de trabajo (arte. 41 del Estatuto de los Trabajadores), que por la reforma laboral votada también por el PP y CiU ahora permite rebajar unilateralmente los salarios. Para no encontrarse con una reacción demasiado virulenta, y a pesar de que quiere adscribir las plantillas a un convenio estatal de producción audiovisual, que es de mínimos, ha dicho que mantendría las condiciones de los convenios de la CCMA otro mes, el período en que piensa llevar a cabo el recorte salarial, que finalmente fijó en un 13% y un 10% respectivamente para cada medio, y abandonando la propuesta provocadora, que buscaba sólo la negativa de los trabajadores, inspirada en las mesas salariales del personal estatutario del ICS.

Es completamente inaudito que CiU, embarcada en el proceso soberanista, se dedique a socavar las bases del que considera una estructura de Estado y a desmotivar a sus trabajadores, ya bastante recortados desde hace tres años, cuando desde el Parlament anuncia que este 2014 no habrá más recortes de sueldos en el sector público.

Pero CiU ha podido hacer esto, con la opinión contraria de la mayoría de la oposición, como se vio en la última comisión de control, gracias a la contrareforma de la Ley de la CCMA que consumó con el PP, que acabó con el pluralismo político y social en el Consejo de la CCMA y que ahora amenaza con consolidar con una falsa iniciativa de reforma de la Ley que consolida el presidencialismo del Consejo y mantiene la mayoría simple para el nombramiento por parte del Parlament de sus miembros y del Presidente.

Hay que volver a la Ley del 2007 y devolver a la mayoría cualificada (por ejemplo. los 2/3) para garantizar el consenso entre los grupos parlamentarios y favorecer el nombramiento de profesionales cualificados y no de correas de transmisión de los partidos para el Consejo de la Corporación. Así se hubieran podido frenar las decisiones autoritarias como la entrega a la competencia de la cartera de clientes de la gestión de los spots publicitarios o la imposición de la figura del corresponsal único en París y en otras ciudades.

Por todo ello, el SPC deplora este ataque del Gobierno a la estabilidad laboral de los medios de la CCMA y da todo el apoyo a la resistencia y a las movilizaciones de sus trabajadores, que defienden día a día el patrimonio y la función de TV3 y de CR contra una dirección enrocada en diseñar externalizaciones y a reducir los derechos laborales y salariales de sus trabajadores. Con esta presidencia, la CCMA no podrá cumplir las misiones de servicio público que le encomienda el Parlament.