La demarcación de Tarragona del Sindicat de Periodistes de Catalunya lamenta que el Ayuntamiento de Valls haya decidido, este lunes, coincidiendo con la Diada de Sant Jordi, el cierre fulminante de la emisora municipal, Ona Valls.

Valls añade se así a la sangría de despidos y potencia una doble crisis, económica y de modelo.

Los responsables municipales han informado, este lunes a los trabajadores sobre la decisión de interrumpir, de forma inmediata, la emisión de la radio municipal, sentenciada ya de muerte desde 2010, pero que se ha mantenido en funcionamiento por motivos electoralistas.

El SPC no acepta como excusa la intención de ahorrar recursos y contener el déficit municipal, cuando se sigue apostando por una televisión pública en detrimento de la radio local.

Ona Valls, con dos periodistas profesionales y más de una treintena de colaboradores implicados, ha sido víctima de la desidia política y su cierre es la reacción más fácil, más dolorosa e irresponsable que se puede adoptar. Seguro que, si hubiera voluntad política, se podría salir adelante con un plan de medidas riguroso, equilibrado y justo.

Los trabajadores no pueden ser, una vez más, las víctimas del desbarajuste y del abandono político de una radio que, últimamente, ha sido despreciada por el gobierno municipal e incluso por alguna oposición.

El consistorio, que se refugia en la crisis para justificar el cierre de la emisora, no ha hecho nada para dar una oportunidad de negociación a los trabajadores.

No deja de ser curioso que los cargos de confianza se mantengan cuando los profesionales de la radio son despedidos y los colaboradores tratados con indiferencia. Ya hace tiempo que el Ayuntamiento no invierte en su emisora municipal.

El cierre de Ona Valls pone de manifiesto que es necesario constituir una mesa sectorial, que incluya administraciones, asociaciones empresariales, organizaciones sindicales y profesionales, para estudiar, debatir y proponer soluciones a la grave crisis que atraviesan los medios de comunicación.

El SPC expresa su más vehemente rechazo al cierre repentino de Ona Valls y a estos despidos. Se solidariza con los compañeros y personas afectadas.

El Sindicat de Periodistes de Catalunya hace un llamamiento a la movilización ante la amenaza que vive el periodismo.

Tarragona, 23 de abril de 2012